lunes, 27 de septiembre de 2010




Las mujeres siempre tenemos el poder, y al poder nos lo dan los hombres.
Los hombres nunca saben cómo vamos a reacciones, y eso los descoloca, los sorprende, los desestabiliza.
Somos las mujeres las que siempre decimos sí o no, y en realidad les hacemos crearon a los hombres que son ellos los que dicen sí o no.
El poder de las mujeres reside también en cuanto nos necesitan los hombres, se sienten perdidos si les damos la espalda.
Los hombres nos temen, por eso somos tan poderosas. Pocas cosas nos pueden frenar.
Somos las mujeres las que entendemos bien el poder, está en nuestra naturaleza, en nuestra ideología.
El poder de una mujer está en su corazón, en su intuición, en su instinto de protección.
El poder de las mujeres está en su capacidad infinita de dar amor. Son los únicos seres capaces de experimentar el amor incondicional. Saben dar, cuidar y proteger la vida, y amar pase lo que pase.La mujer vive para amar, y ese amor inmenso y arquetípico se transforma en fuente de energía para todos los que ocupamos un lugar en su corazón.